lunes, 1 de noviembre de 2010

POR EL BUENISMO HACÍA EL GUETO Y MAS ALLÁ.



He escuchado que algún representante de grupos gitanos se quejaba de que las escuelas se convierten en guetos.
Tiene razón, en algunos sitios es así, por ejemplo en Madrid; el asunto es como hemos llegado a ello. Como es que hace 30 años la educación pública era mejor considerada que ahora.

Verán, en algún momento, alguna de esas mentes preclaras que deciden por los demás,pero luego no tienen responsabilidad ninguna, decidió que el orden para elegir colegio fuera en función de un baremo que favorecía a las familias con menos ingresos y con problemas de todo tipo. Qué "daba puntos" ha ido cambiando algo a lo largo de los años, pero la idea era "proteger" a los desfavorecidos. Suena bien ¿no?.

Ha pasado que las familias con ingresos medios y sin alguna persona con discapacidad, por ejemplo, no tenían opción a llevar a sus hijos al colegio que les gustaba o al cercano a su casa, sino que quedaban al final de la lista y les tocaba ir al quinto pino. O al colegio todavía en obras.
Conclusión, muchas de esas familias buscaron solución en colegios concertados.
Hay quien me dice que un colegio en barracones puede ser igual de bueno, y será verdad, pero ¿pondría a sus hijos para hacer la prueba?. Yo reconozco que decidí no hacerlo.

Así fueron quedando en los colegios públicos los niños de familias con problemas económicos, los hijos de inmigrantes con horarios terribles, los hijos de familias a proteger. Y tanto, tanto, les hemos protegido que ahora están solo ellos, es un gueto.

Ya sé que no es así en todos sitios, que hay lugares donde funciona mucho mejor que eso, es verdad. Y en general es donde los padres se arremangarón, quizá obligados por que no había otras escuelas mas que las públicas, y decidieron que por el colegio de sus hijos peleaban.

Pero todos nosotros hemos oído historias de padres que han mentido, fasilficado papeles incluso, con tal de que a sus hijos les correspondiera un colegio que consideraban bueno, que era el de su barrio, que les quedaba cerca de la casa de los abuelos,...

Hay decisiones de los políticos que nos complican la vida años y años después de que ellos se hayan ido a su casa tan contentos, convencidos de su gran gestión.

Todavía me da risa cuando oigo a Felipe Gonzalez hablar de reconsiderar lo de la energia nuclear, a buenas horas mangas verdes. Y estoy buscando al que dijo que no podían estudiar tantos medicina, que sobrarían medicos.
Cuatro lumbreras te desencuadernan un país.


Ruth

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